miércoles, 9 de marzo de 2022

Conmemoración del 205 aniversario del natalicio de Francisco del Rosario Sánchez

    

Francisco del Rosario Sánchez

(Santo Domingo, 1817 - San Juan de la Maguana, 1861) Político y líder independista dominicano, considerado uno de los Padres de la Patria. Miembro de «La Trinitaria», sociedad secreta separatista, en 1844 lideró un alzamiento contra Haití y el 27 de febrero de ese año proclamó la independencia de la República Dominicana. Al igual que otros trinitarios, Francisco del Rosario Sánchez fue apartado del poder y desterrado una vez alcanzada la independencia. Con la amnistía de 1848 pudo regresar al país, y a lo largo de la siguiente década desempeñó diversos cargos públicos. En 1861 entregó su vida en la lucha para evitar la anexión de la República a España.

Biografía

Hijo de Narciso Sánchez y Olaya del Rosario, recibió de su madre la enseñanza elemental y aprendió el oficio de "peinetero". Luego estudió latín y filosofía con don Nicolás Lugo, estudios que continuaría con el padre Gaspar Hernández, sacerdote peruao emigrado a Santo Domingo y reconocido antihaitiano. En este período conoció a Juan Pablo Duarte, quien, junto a otros jóvenes, asistía a las clases del sacerdote. En 1838 se integró en La Trinitaria y pronto empezó a distinguirse por su laboriosidad y decisión.

Diversos antecedentes históricos hicieron de la independencia de la República Dominicana un proceso sumamente complejo. La isla de Santo Domingo (llamada antiguamente la Española) estuvo bajo dominio español desde los tiempos del descubrimiento de América; el mismo Cristóbal Colón desembarcó en ella en su primer viaje. A finales del siglo XVII, sin embargo, la corona española cedió a Francia la mitad occidental de la isla, es decir, el actual Haití. Dos siglos después, en virtud del Tratado de Basilea (1795), toda la isla pasó a manos de los franceses, aunque por poco tiempo. A principios del siglo XIX, dos décadas de luchas y convulsiones conducirían a la consolidación de la independencia y a la unificación de la isla: desde 1822, el presidente Jean-Pierre Boyer gobernaba toda la isla de Santo Domingo, que pasó a llamarse Haití.

El objetivo de la sociedad secreta La Trinitaria, fundada en 1838, era la independencia de la antigua parte española; a diferencia, pues, de otras colonias, no había que enfrentarse a una metrópoli europea para conseguirla, sino a la dominación de una ex colonia que había alcanzado su independencia: Haití. Bajo la inspiración de su líder intelectual, Juan Pablo Duarte, los miembros de La Trinitaria difundieron sus ideas, que calaron lentamente en la sociedad dominicana.

Entretanto, los elevados impuestos dictados por el gobierno habían mermado drásticamente la popularidad del presidente Boyer, que fue derrocado en 1843 por Charles Rivière-Hérard. Los trinitarios vieron en esa transición una oportunidad, pero sus tentativas fueron de inmediato reprimidas por Hérard. El celo y determinación que Francisco del Rosario Sánchez había mostrado en sus labores en La Trinitaria le permitieron dirigir el movimiento cuando Duarte hubo de exiliarse debido a las persecuciones desatadas contra él por los haitianos.

Firmemente determinado a restaurar la República, el 1 de junio de 1861, tres meses y medio después de consumada la anexión a España, Francisco del Rosario Sánchez entró a territorio dominicano en compañía de José María Cabral y otros. Su intentona duró poco más de un mes: víctima de una traición, fue capturado en una emboscada y fusilado en San Juan de la Maguana el 4 de julio siguiente, junto a una veintena de compañeros de armas.

Fallecía así a manos de sus conciudadanos un luchador insobornable, cuyos elevados ideales patrióticos perduran en su producción escrita. El 20 de enero de 1861, cuando era evidente que Pedro Santana y los suyos entregarían la soberanía del país, Sánchez lanzó una proclama en la que afirmaba: "Pero si la maledicencia buscare pretextos para mancillar mi conducta, responderéis a cualquier cargo diciendo en alta voz, aunque sin jactancia, que yo soy la bandera dominicana". Antes, el 16 del mismo mes, había justificado lapidariamente su lucha en una carta a Damián Báez: "Mi patria está vendida. Esto basta".


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